
Hay una frase
futbolera que siempre dicen los buenos técnicos de fútbol: "Los partidos los pierdo yo, y los ganan los jugadores". Se nota que Cristina nunca jugó al fútbol, ni manejó equipos de ningún tipo. Tiene un concepto de liderazgo arcaico. Siempre hace la más
fácil, pide que le compren nuevos jugadores. Pero ella el dibujo
táctico ni conceptual no lo cambia. No motiva a los miembros de su equipo, no le da libertad de acción ni los orienta. Parece tener un liderazgo totalmente autoritario, que en estos tiempos es sinónimo de fracaso. Pero mas allá de su estilo
inadecuado, lo peor de todo es que muestra fracturas al exterior. Desacreditar a un canciller, es como tener errores de ortografía en la tarjeta personal. Es como quitarle los guantes a tu arquero, o poner tu peor foto en
facebook.
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