
Domingo 22:59. Entro a conocido Shopping Nac & Pop de la zona de Once para dirigirme al Cinema que está muy bueno. El Shopping está desolado. Me digo a mi mismo, engarcé no debe quedar ni el loro acá. Me equivoqué.
Llego a la zona del cine y veo una cola de 40 personas. Desde lejos llego a ver en la cartelera roja "La viuda de los Jue 23:30", llegamos justo. Tras hacer la cola, que fue más lenta que lo usual por que estaban cerrando todas las boleterías, el único cajero anuncia: "Solho quda para la vuda de lso jeves a las nce y meda" hablaba tan rápido que nadie lo entendió. Mi gran capacidad deductiva, me hizo llegar a la conclusión correcta safamos. Pido dos entradas para la por entonces única función restante. Cuando voy a pagar empiezo a indignarme. El pibe me pregunta si tengo alguna promoción. Yo le digo que tengo Club La Nación. "Necesitás la Premium" me constesta con tono sobrador. Maldigo a los cielos (Compramos dos diarios por día más la revista Brando y la Parateens y aún no nos mandan la tarjeta). Esa maniobra iba a modificar la noche. OLVIDE PEDIR TIQUE DE ESTACIONAMIENTO.
La película buenísima, altamente recomendable. Toca varios temas muy profundos, que no voy a mencionar para no arruinarles el final. Y cuando digo profundos es para el ojo crítico, no para esa gente que dice que no logra descubrir el trasfondo de las películas como mi compañera que me dijo que Angeles y Demonios (también la recomiendo) solo le gustaba a la gente superficial. No sabe nada.
Terminada la película a eso de las 01:54 (Recordemos que el estacionamiento te cubre solo 3 horas) veo que la cola para pagar era bastante larga. En ese momento me doy cuenta que había olvidado de pedir el tique, una catástrofe, ya no quedaba tiempo para volver. Solo me podía sacar del apuro el famoso talento criollo. Llego a la caja 02:00. No solo no tenía el tique si no que me había excedido. Más allá del aspecto económico que era irrelevante son este tipo de cosas las que uno defiende a muerte. No iba a pagar 5 pesos de exedente por 40 segundos. Y menos 15 más por no pedir un tique (Tenía un argumento letal: Como entré a las 11 al Shopping lo único que pude haber hecho es haber ido al Cine). El cajero me dice: "Yo por mí no te lo cobro pero el desucento lo hace el cine, tenés que subir a pedirlo". Solo me estaba tomando el pelo. Yo sabía que las cajas habían cerrado. Solo me quedaba una opción.
Maniobra distractiva. Hice como que me rendía, e iba a subir a pedir el bendito tique (Para todo esto ya había perdido más de 20 minutos) y en una maniobra bochinezca me dirijo directamente al estacionamiento. Quien me acompañaba, no podía entender la estrategia. "es mi lado tano, no voy a subir al pedo" - Declaré. Agarré el tique que te dan apenas entras, y rompí apenas el código de barras. Lo volví ilegible. A las dos de la mañana la lógica era que el guardia al ver que el lector no reconocía el código me dejara pasar. También tenía la chance de mandarme "pegadito" al de adelante estilo peaje. Cuando pego la vuelta para salir por Lavalle, no había guardia, ni otro auto. Por un segundo me desilusioné, hasta que mirando dos veces, vi que la barrera estaba levantada. La venganza contra el sistema funcionó. El escape sin pagar estacionamiento fue un éxito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario