"Esto es bueno para el campo. ¿no? maestro" Le pregunté a un tachero. "Que va a ser bueno si acá hay una seca barbara, esta no es agua de lluvia"
Y claro, el norte esta pasando uno de sus peores momentos pluviales. Al hecho de que no llueve, hay que sumarle que el desmonte del amazonas hace que los rios crezcan y se produzcan inundaciones en lugares inadecuados.
Tras recorrer el casino, donde hoy comenzará el torneo de poker al que vengo a participar, me volví directo al hotel. El insomnio me ganó de mano. No pude dormir mas de 6 horas. Es que dormir en Corrientes requiere de toda una plantificación, una apuesta. ¿Con o sin?
El aire acondicionado es clave, en esta época del año la temperatura nocturna no baja de los 25 grados, no se puede abrir las ventanas por los mosquitos, y a las 7 sale el sol para llegar a los 34 grados al mediodía. Como mi plan era domir de 4 a 13 (Quería estar bien descansado para el torneo que comienza a las 20), decidí arriesgarme y prender el aire. Debo confesar que nunca fui muy adepto al aire. En el departamento de Villa Devoto, mi cuarto es el único que mantiene el tradicional ventilador.
Lo puse en 23. Desperté con frío. Lo apagué. Desperté con calor. Lo prendí. A las 11 me levante cansadado sin poder dormir, para colmo, afuera, 38 a la sombra.
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