Esta conversación se dio aproximadamente el 10 de Enero:
Viajero loco (amigos de hace mas de 15 añós):- Dale, venite conmigo... hacemos Chile y subimos hasta el Machu Pichu
SFC: -Na, ni ganas, ese viaje lo dejo para los 30...
Hace varios días, no tengo noticias de mi amigo. Espero esté vivo. Si no lo está su muerte me llenará de tristeza, pero menos que si hubiera muerto de otra forma. Hay que tener ganas de ir caminando 6 días por la montaña a ver las ruinas de una civilización que fue conquistada. ¿Qué necesidad? Después se escuchan comentarios de chicas de San Isidro que dicen: "Encima, ahora que estamos barados, se aprovechan con el tipo de cambio, el dolár está re caro"
Esto me recuerda a mi teorema general de viajes, el cual desarrollé hace un par de años. La hipótesis principal del teorema sostiene que el presupuesto puede transformar un viaje normal en un viaje de placer y un viaje no recomendado en una aventura. Hay viajes que por más aventurero que se sea requieren efectivo.
El vil metal es necesario para afrontar contingencias... Que pasa si estas en Indonesia y perdés el pasaporte? O si se rompe un puente en machu pichu y estás a patas? Necesitas una banca económica para salir del paso. Es muy lindo ir de Mochilero, pero cuando te vas de la "civilización", cualquier imprevisto es una catástrofe.
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