miércoles, 2 de junio de 2010

Conversaciones impropias

El éxtasis intelectual me invadía. Me había recluído en un lindo bar de la zona de Villa Devoto a finalizar mi tesis de grado. Había escogido el primer piso, con una bella vista a la plaza Arenales, dado que es menos concluido. No me equivoqué, la soledad reinó por durante todo mi "merienda clásica" (Café con leche, tres medialunas de grasa, un juguito de naranja, y una mini dona de chocolate).

En ese momento, llegó una parejita de unos 28 o 30 años. No pude evitar oír su conversación. Atravesaban uno de esos dilemas que a todos nos toca pasar. La dura decisión de irse a vivir juntos. "Si vos querés pisar siempre sobre seguro te va a ir mal" dijo la joven. Es que ella vive en Belgrano, y el en Devoto. Ella le plantea que se vallan a vivir juntos dado que esta cansada de viajar 4 o 5 veces en el día. "esas posiciones conmigo no las vas a poder tener". No para de anotar grandes frases de la chica, que parece más enamorada de el. El muchacho parece más inseguro.

Escucho que ella está pagando una hipoteca de un departamento propio, mientras que el alquila. Habla de opciones, decisiones, compras ventas. A mi ya me dan ganas de mandarla a la mierda, ni me imagino al pibe. Pero se la banca. Creo que ella habló 10 veces mas que el.

El propone ir a vivir a un lugar "neutro" lo que a ella le parece ilógico. Hasta que ella dice: " y en un momento yo voy a quedar embarazada y que?" "y después?". Es increíble como una mujer puede meterle presión a un hombre, pobre pibe. Encima le dice "parece que te asustaras", "no me asusto" responde el pibe, "parece dije" termina ella.

Y cuando ella le dice "vos me amás a mi de una manera rara" suelto una pequeña carcajada y vuelvo a mi tesis. Los lios ajenos se disfrutan más que los propios.

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