Morir en la calle, una muerte sin sentido

La bronca se apodera de mis pensamientos cuando reflexiono acerca de esta muerte. A esto sentimiento se le suma la conmoción que me genera saber que una persona de mi misma edad, con intenciones políticas al igual que yo reciba un balazo en el pecho. Por qué? No son muy claro los hechos pero lo que sí es evidente es que murió por una lucha que no era la suya.

No murió ni por su patria, ni por la democracia, ni por un derecho. En el peor de los casos murió por un trabajo (que no esta claro si era el de él), lo que en términos crudos es morir por dinero. Este pibe murió por una puja de poder que no era la suya.

La muerte por cuestiones políticas tendría que ser cosas del pasado, al menos en esta parte del mundo donde vivimos en "democracia". Pero mientras sigan existiendo las manifestaciones políticas presenciales en espacios públicos, la posibilidad está latente. La manifestaciones en París (en contra de la reforma previsional) son un claro ejemplo, el peligro de la represión o las mismas peleas entre facciones es inminente.

Las manifestaciones presenciales han perdido sentido en esta nueva democracia mediatizada. Por ejemplo, no tiene sentido tiene que en una disputa por una ley determinada haya un millón de manifestantes de cada lado. Más manifestaciones no generan más derechos. Más banderas no significan más democracia.

Cuando termino de escribir esto, miles de personas, seguramente movidas por la impotencia, van a "reclaramar" al congreso de la Nación. Como sucede casi siempre será una nueva marcha sin sentido que no modifique el estado de las cosas.

El espacio público ha cambiado, ahora tiene que cambiar la forma de manifestarnos.