Como todo término en ciencias sociales, la palabra dictador es discutida. Su connotación puede abarcar las más diversas cosas afectando drásticamente la subsiguiente denotación. Casi todos los dirigentes políticos han sido llamados dictador por sus oponentes políticos. La real academia española (máxima fuente de autoridad en nuestra lengua) es sumamente ambigua al respecto:
Dictador: 1 En la época moderna, persona que se arroga o recibe todos los poderes políticos extraordinarios y los ejerce sin limitación jurídica. 2 Persona que abusa de su autoridad o trata con dureza a los demás.
Evidentemente la definición dista de la contundencia. Es por eso que tenemos que recurrir a la ciencia política para poder definir este paradigmático y muchas veces mal empleado término. En general hay dos variables, erróneas, para definir a un dictador: su llegada al poder, y sus métodos políticos.
Antes que nada en ciencias sociales los términos tienen un carácter temporal y espacial. Es decir, el significado de las palabras va cambiando según el lugar y el tiempo. En tierras de Saddam Hussein muchos pensaban que George W. Bush era un dictador, mientras que en los Estados Unidos Hussein fue ahorcado como los peores dictadores. Hoy en día la gran mayoría de la opinión pública sostiene que Massera fue un dictador, pero mientras gobernaba pocos lo pensaban y mucho menos se atrevían a decirlo.
En otras ocasiones, es usada la forma en que los líderes llegaron al poder los que lo definen a este como dictador o no. Metodología al menos peligrosa. Dado que, Perón al igual que Videla, Viola, y Massera (a quien el mismo ascendió a Coronel), no llegaron al poder por medio de elecciones. ¿Qué hubiese pasado si Perón no hubiera ganado la primera elección en la que se presentó? Como le pasó a Uriburu por ejemplo. ¿Cómo lo hubiese juzgado la historia? ¿Por qué rosas está en el billete de 20 pesos? ¿Qué elección ganó?
La mirada a través de los métodos políticos tampoco nos dice mucho acerca de un dictador. Bush el presidente de “la mayor democracia del mundo” en su reciente biografía admitió la tortura en Guantánamo y la defendió como algo positivo. Dado que había salvado miles de vidas inocentes. El mismo discurso fue ofrecido por la dictadura militar argentina como alegato en el denominado “Juicio a las juntas”. Los métodos eran vistos por ellos mismos como una forma de “ahorrar males mayores”.
Pero tampoco se puede dejar la definición en manos de la opinión pública. De esta forma, corremos el riesgo de que un presidente elegido democráticamente en un país avanzado puede ser llamado dictador por subir un par de años las jubilaciones, pero no es llamado dictador un general en jefe de la república que establece guerras sucias en las colonias de ultramar.
La verdad muy buen post Santi, lastima un detalle..la RAE se la come
ResponderEliminarhttp://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/educacion/la-y-se-llamara-ye-guion-pierde-la-tilde-quorum-sera-cuorum-y-ademas-habra-exma?page=2
No se tildará más el adverbio "solo"