La naturaleza humana misma nos lleva a querer todo en un insntante. Todo ya. Sabemos que la satisfación de lograr algo, dura proporcionalmente lo que tardamos en conseguirlo, o lo que arriesgamos para conseguirlo. Algo que no cuesta, no genera placer alcanzarlo. El champagne mas caro en una botella de plástico, tiene otro gusto. Creo que esto es un dilema sin solución.
Mientras no alcanzemos algo, lo queremos. Cuando lo tenemos, no. En términos económicos, la utlidad de un bien, no es la misma antes y después de poseerlo. Pero este fenómeno no se remite solo a los bienes si no a todo.
La ambición es una droga contra estra enfermedad. Cuando logramos algo buscamos otro objetivo, de esta forma siempre estamos deseando, siempre a la expectativa. Es por eso que si nos dijieran que este perfume realmente nos da estos poderes, no sé si lo usamos. El poder absoluto, nos hace perder la ambición.
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